El desarrollo sostenible es desde hace tiempo uno de los grandes objetivos de la política de la UE. Sus dirigentes iniciaron la primera estrategia de desarrollo sostenible en 2001 y la actualizaron en 2006 para corregir sus deficiencias y tener en cuenta los nuevos retos.
Centrado en el cambio climático y la política de energía, el plan revisado destaca la importancia de la educación, la investigación y la financiación pública para establecer patrones sostenibles de producción y consumo.
Desde entonces se han realizado esfuerzos significativos en términos de política. Ahora el reto está en poner la política en práctica. En 2009 la Comisión propuso un paquete de medidas para fomentar los productos respetuosos del medio ambiente, como el uso de etiquetas de eficacia energética del tipo de las que se utilizan en las lavadoras
La UE posee algunas de las normas de medio ambiente más estrictas del mundo, implantadas tras décadas de estudiar un amplio abanico de problemas. Hoy en día, lo prioritario es luchar contra el cambio climático, mantener la biodiversidad, reducir los problemas de salud derivados de la contaminación y utilizar los recursos naturales de manera más responsable. Estos objetivos van encaminados a proteger el medio ambiente, pero pueden contribuir asimismo al crecimiento económico impulsando la innovación y la empresa.
El ruido, las aguas de baño, las especies raras o la intervención en caso de emergencia son sólo algunos de los ámbitos de la amplia normativa de medio ambiente que la UE ha ido estableciendo durante décadas. Su principal objetivo es establecer normas sanitarias para los contaminantes. Según ella, los países de la UE deben controlar los contaminantes más diversos y tomar medidas si se sobrepasan los límites de seguridad.
Uno de los logros más recientes en este ámbito es el establecimiento, en 2008, de límites obligatorios de emisiones de las partículas finas conocidas como PM2.5., liberadas por automóviles y camiones, que pueden provocar enfermedades respiratorias. Según la nueva norma, que entrará en vigor en 2011, los países de la UE tendrán que reducir la exposición a las partículas finas en zonas urbanas un promedio del 20% (respecto a los niveles de 2010) antes de 2020.
La UE se ha comprometido a detener la desaparición de especies y hábitats en peligro de extinción antes de 2010, pero para alcanzar ese objetivo hará falta un gran esfuerzo. Las políticas y la legislación necesarias ya existen, pero ahora hay que aplicarlas en una escala mucho más amplia. En concreto, la UE quiere ampliar Natura 2000, conjunto de zonas de protección de las especies vegetales y animales y sus hábitats, que cuenta ya con más de 26.000 parajes en toda la UE.
http://europa.eu/pol/env/index_es.htm
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